martes, 9 de diciembre de 2008
Teatro ESPADA DE MADERA
De las varias etapas formativas por las que he pasado, merece la pena especialmente destacar una de ellas: la que transcurrió durante la temporada 2006/2007 en el teatro Espada de Madera (sala a cargo de Antonio Díaz Florián), ubicada en el barrio madrileño de Lavapiés.
A lo largo de aquellos meses descubrí a una persona, Ester González Ruiz, que pondría un entusiasmo tal en la formación de un grupo de talleristas, que me cautivó.
Fue de veras extraordinario, no sólo por trabajar el tipo de teatro que más me conmueve, sino también por la cantidad de técnicas que aprendimos y por lo divertido que fue todo el proceso, sin olvidar nunca que lo que allí se estaba haciendo no era otra cosa que trabajar muy en serio.
Había llegado el momento de no desaprovechar nada de lo que se me ofrecía. Además, era una oportunidad que se me brindaba en igualdad de oportunidades con el resto de compañeros (no siempre ocurre cuando se trata de un discapacitado), que hoy ha hecho que me vea y sienta capaz de luchar dentro de este difícil mundo teatral, por encontrar huequecillos allá por donde puedan surgir.
La formación se basó fundamentalmente en el estudio y representación de textos de Federico García Lorca durante el primer cuatrimestre, y de Lope de Vega y Calderón de la Barca durante el segundo; intercalando éstos con ejercicios de todo tipo para perfeccionar la proyección de voz, la dicción (trabalenguas), ritmo (trabajando con los dificilísimos textos de LAS TROYANAS), memorizando y recitando diversos poemas con objeto de alcanzar un estado bastante alto de sensibilización... A todo esto sin añadir las fabulosas clases de bufón -según tengo entendido por la opinión de la totalidad de los talleristas- impartidas por Andrés del Bosque, a las que no asistí y hoy me pesa.
Era muy goloso todo aquello y más cuando se me asignaron papeles tan sabrosos como el personaje de Juan en YERMA o Segismundo en LA VIDA ES SUEÑO.
Fotografías de varios ensayos:
Fotografía en la que aparece Rosaura, interpretada por Laura Maure, postrada a los pies de Segismundo, interpretado por Carlos Galindos:
(SI HAS NACIDO HUMANO, BASTE EL POSTRARME A TUS PIES PARA LIBRARME...)
En la siguiente fotografía, vemos a Carlos Galindos interpretando el fragmento final, tan vehemente, del monólogo de Segismundo perteneciente al comienzo de la obra:
EN LLEGANDO A ESTA PASIÓN,
UN VOLCÁN, UN ETNA HECHO,
QUISIERA SACAR DEL PECHO
PEDAZOS DEL CORAZÓN.
¿QUÉ LEY, JUSTICIA O RAZÓN
NEGAR A LOS HOMBRES SABE
PRIVILEGIO TAN SÜAVE
EXCEPCIÓN TAN PRINCIPAL,
QUE DIOS LE HA DADO A UN CRISTAL,
A UN PEZ, A UN BRUTO Y A UN AVE?
Las dos fotografías que siguen muestran a Carlos Galindos con Olga Goded en la primera, y con Lali Castellanos en la segunda.
Carlos encarna el personaje de Juan en ambas; las mujeres representan a Yerma.
Retratan las dos primeras escenas de la obra.
jueves, 27 de noviembre de 2008
ALGUNOS ASPECTOS DE LA FORMACIÓN DEL ACTOR CIEGO
Teniendo en cuenta que en el aprendizaje está muy presente la imitación, la cuestión visual en el teatro va a constituir una dificultad añadida para una persona ciega en lo relativo a la expresión corporal. No va a suceder lo mismo con la voz, obviamente. De hecho, al estar acostumbrados a utilizar constantemente el oído, el actor ciego va a estar por lo menos en igualdad de condiciones que el que ve o incluso en ocasiones superarle.
Por carecer del sentido de la vista va a tener que trabajar el cuerpo y los gestos con mayor ahínco, utilizando métodos que a él mismo o a su formador se le ocurran, ayudándose constantemente del tacto que le permitirá, con ayuda del director y los compañeros, a aprender movimientos, posturas, acciones en general. Después tendrá que interiorizarlas hasta el punto de que pueda reproducirlas de modo casi orgánico, natural.
Desde otro punto de vista podemos afirmar que a la persona ciega total también pueden ocurrírsele determinados gestos que pueden estar fuera de lo común y que desde una perspectiva teatral pueden resultar interesantes y por tanto ser incorporados a determinadas acciones.
El reconocimiento del espacio será otra tarea que el actor ciego habrá de superar escena tras escena: si los movimientos de los actores en el cine están casi milimetrados, para el actor ciego en el teatro va a ser algo parecido. Puede estar todo calculado matemáticamente, pero el espectador no debe percibir este hecho, es una cuestión puramente técnica. Los múltiples ensayos de una misma escena pero en distintos espacios físicos, aunque con la misma escenografía e idéntica distribución pueden ser de gran ayuda.
Si entendemos el teatro como un gran instrumento que favorece la comunicación, y si entendemos que ésta se basa fundamentalmente en la palabra (o al menos comprendemos que así es más rica), entonces podríamos afirmar tranquilamente que haciendo un buen uso de la voz (proyección, entonaciones variadas, juegos sonoros, etc), tenemos ganado un porcentaje muy alto de lo que sería el actor final. Esto no quiere decir que bajo ningún concepto dejemos de lado la expresión corporal, para eso podemos dedicarnos a realizar adaptaciones radiofónicas de las obras de teatro y eso ya lo hicieron Radio Nacional y la Cadena SER en su día. Pero sí que es verdad que un actor, sin movimiento, sólo con su voz y complementado con expresiones faciales y ligerísimos movimientos, puede transmitir emociones que conquisten de verdad al espectador.
¿Fingir que veo en escena? Sí, en escena sí, pero nunca en una función; podría resultar desastroso. Uno de los métodos más eficaces para incorporar elementos corporales nuevos a nuestra actividad teatral e incluso a nuestra vida diaria, es sin duda representar con absoluta tranquilidad la figura de un personaje que no padezca tu discapacidad. Saldrá mejor o peor, pero hay que practicarlo como ejercicio teatral o incluso, si se trata de muestras con público del trabajo realizado durante las clases de un curso, se hace también.
Si las representaciones son de un nivel superior hay que tener muy presente que el espectador paga y se merece un respeto. Quizá en un papel muy pequeño puedas ocultar tu ceguera cara al público, pero si representas un papel más extenso, es muy difícil.
¿Quiere decir esto que entonces el actor ciego únicamente puede hacer de ciego en el teatro? De ninguna manera… Se trata de seleccionar personajes que por el tipo de vida que lleven, puedan ser ciegos o no y por tanto te permitan la libertad de moverte con tranquilidad, independientemente de si luego el público percibe o no que ese personajeno ve. Seguramente a lo largo de una representación larga, se detecte esta circunstancia en algún momento. Por ejemplo, en la obra “La marquesa de Larkspur Lotion” de Tennessee Williams, el huésped de la pensión es un escritor homosexual. Este hombre podría ser perfectamente ciego o no.
Por lo expuesto en este artículo breve creo que es fácil deducir que tanto en el teatro como en la vida cotidiana es mucho más rico formar parte de grupos de personas no afincadas en guetos.
Aquí puedes ver un reportaje : teatro hecho por ciegos y deficientes visuales
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LA DISCAPACIDAD EN EL TEATRO
No ha sido precisamente en el teatro donde más discapacitados se haya visto dentro del mundo artístico, al menos dentro del colectivo de personas ciegas o sordas. Verdaderos genios han podido destacar en la música o en la literatura, por ejemplo, pero en una disciplina tan enriquecedora como ésta es quizá de hace unos años a esta parte cuando ya podemos afirmar que el teatro viene a ser una forma más de integración que ayuda al propio discapacitado, así como a los compañeros que le rodean, a normalizar diferencias. De ahí que no sea positivo que los actores se agrupen por discapacidades formando guetos, sino que, para que la experiencia pueda valorarse positivamente, el actor en general ha de afrontar sus aspiraciones dentro de un colectivo diverso; con mayor motivo un discapacitado.
¿Hasta qué punto se lleva esto a cabo?, ¿aprovechamos los discapacitados las cualidades que podamos tener como actores?, ¿es nuestra la culpa de no ser reconocidos?:
Ya desde antiguo los ciegos cantaban romances por las calles para ganarse la vida y esto no deja de ser un ejercicio teatral. Resulta curioso: si muchos de ellos trabajaban de este modo podría decirse que “eran profesionales” dentro de este mundo. Ahora, en pleno siglo XXI vemos grupos de discapacitados actuando, pero de modo individual y a un nivel profesional resulta raro. Serafín Zubiri inició una gira con “Las mariposas son libres” en comp’añía de actores de la talla de Lucía Jiménez y Amparo Soler Leal, pero por motivos que se desconocen, ésta se vio truncada. Algunas representaciones sueltas por ahí, donde estén presentes actores con alguna discapacidad, podemos encontrar, pero no llegan a estar reconocidos al nivel que otros muchos sin discapacidad y por lo general se tiene más difícil.
En el mes de septiembre del presente año tuvo lugar en La Casa Encendida un festival de teatro y discapacidad. Fueron varias las compañías de discapacitados que tomaron parte en tal evento: ciegos, discapacitados motores y otros concurrieron de modo “¿profesional?” No voy a discutir que vi a personas muy válidas, pero todos padecían la misma discapacidad.
De este modo se puede trabajar pero resulta poco natural, ¿no os parece?
¿Hasta qué punto se lleva esto a cabo?, ¿aprovechamos los discapacitados las cualidades que podamos tener como actores?, ¿es nuestra la culpa de no ser reconocidos?:
Ya desde antiguo los ciegos cantaban romances por las calles para ganarse la vida y esto no deja de ser un ejercicio teatral. Resulta curioso: si muchos de ellos trabajaban de este modo podría decirse que “eran profesionales” dentro de este mundo. Ahora, en pleno siglo XXI vemos grupos de discapacitados actuando, pero de modo individual y a un nivel profesional resulta raro. Serafín Zubiri inició una gira con “Las mariposas son libres” en comp’añía de actores de la talla de Lucía Jiménez y Amparo Soler Leal, pero por motivos que se desconocen, ésta se vio truncada. Algunas representaciones sueltas por ahí, donde estén presentes actores con alguna discapacidad, podemos encontrar, pero no llegan a estar reconocidos al nivel que otros muchos sin discapacidad y por lo general se tiene más difícil.
En el mes de septiembre del presente año tuvo lugar en La Casa Encendida un festival de teatro y discapacidad. Fueron varias las compañías de discapacitados que tomaron parte en tal evento: ciegos, discapacitados motores y otros concurrieron de modo “¿profesional?” No voy a discutir que vi a personas muy válidas, pero todos padecían la misma discapacidad.
De este modo se puede trabajar pero resulta poco natural, ¿no os parece?
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PINCELADAS GENERALES SOBRE EL TEATRO
A través del teatro se pretende transmitir al público lo que siente un determinado personaje. Es un instrumento potentísimo de comunicación entre actores, y entre actor y espectador.
Para llegar a esa simbiosis entre actor y público puedes utilizar todas las herramientas que tengas a tu alcance, mostrando tus habilidades, sirviéndote para ello de “todo tú”: cuerpo, voz sentimientos, sensaciones…, manejándolos a tu antojo al punto que el espectador se olvide de tu persona y se centre en aquél, aquélla o aquello que representas.
Como las formas de expresión y comunicación del ser humano evolucionan constantemente, así ocurre también en este ámbito, produciéndose una amplia ramificación de este arte. Así podemos encontrarnos catalogados dentro del género teatral una gran cantidad de especialidades diferentes: mimo, performance, bufón, teatro del absurdo, musicales contemporáneos, etc. Ya no es sólo una línea argumental basada en el guión del autor. De hecho actualmente en la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático) existen dos grandesvertientes: textual y gestual, y las pruebas de acceso a estos estudios son por tantodistintas, según la modalidad que más te guste.
Tan importante es el teatro dentro de la comunicación, que en muchos colegios se lleva a cabo como actividad recreativa desde los inicios de la etapa primaria. Así ya algunos no pueden desprenderse nunca de este “mundillo”, bien amateur, bien como verdaderos profesionales.
Cuando nos adentramos de modo más profundo dentro de este campo, descubrimos que los trabajos de investigación que ha de hacer un buen actor se convierten en algo muy serio -sin olvidar que al mismo tiempo debe ser lúdico-: creación del personaje, desde tu interior y tu exterior (sentimientos y sensaciones / cuerpo y voz), recrear en escena diferentes situaciones con objeto de determinar la acción definitiva, documentación histórica de la época en que se enmarca ese individuo al que encarnas, estudio de la biografía y producción literaria del autor de la obra que se esté trabajando…, y a todo esto no nos olvidemos de sumarle lo más sencillo, aunque parezca mentira: interiorizar el texto correspondiente (no memorizar, pues no es lo mismo). Y por si te pareciese poco, nunca está demás dominar el guión de aquellos personajes con los que interactúa el tuyo.
Para llegar a esa simbiosis entre actor y público puedes utilizar todas las herramientas que tengas a tu alcance, mostrando tus habilidades, sirviéndote para ello de “todo tú”: cuerpo, voz sentimientos, sensaciones…, manejándolos a tu antojo al punto que el espectador se olvide de tu persona y se centre en aquél, aquélla o aquello que representas.
Como las formas de expresión y comunicación del ser humano evolucionan constantemente, así ocurre también en este ámbito, produciéndose una amplia ramificación de este arte. Así podemos encontrarnos catalogados dentro del género teatral una gran cantidad de especialidades diferentes: mimo, performance, bufón, teatro del absurdo, musicales contemporáneos, etc. Ya no es sólo una línea argumental basada en el guión del autor. De hecho actualmente en la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático) existen dos grandesvertientes: textual y gestual, y las pruebas de acceso a estos estudios son por tantodistintas, según la modalidad que más te guste.
Tan importante es el teatro dentro de la comunicación, que en muchos colegios se lleva a cabo como actividad recreativa desde los inicios de la etapa primaria. Así ya algunos no pueden desprenderse nunca de este “mundillo”, bien amateur, bien como verdaderos profesionales.
Cuando nos adentramos de modo más profundo dentro de este campo, descubrimos que los trabajos de investigación que ha de hacer un buen actor se convierten en algo muy serio -sin olvidar que al mismo tiempo debe ser lúdico-: creación del personaje, desde tu interior y tu exterior (sentimientos y sensaciones / cuerpo y voz), recrear en escena diferentes situaciones con objeto de determinar la acción definitiva, documentación histórica de la época en que se enmarca ese individuo al que encarnas, estudio de la biografía y producción literaria del autor de la obra que se esté trabajando…, y a todo esto no nos olvidemos de sumarle lo más sencillo, aunque parezca mentira: interiorizar el texto correspondiente (no memorizar, pues no es lo mismo). Y por si te pareciese poco, nunca está demás dominar el guión de aquellos personajes con los que interactúa el tuyo.
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